GENTE DE LUZ

La sanación mediante la energía que nos proveen los ángeles nos permite ver en nuestro interior y sanar nuestras heridas. Procura la oración y la meditación como herramientas valiosas y sencillas que te permitirán entrar en comunicación con tu ángel guardián, pero no solo con este, sino con otros seres humanos y contigo mismo, en ese proceso de sanación de las viejas heridas y de aquellos sentimientos que te alejan del amor de Dios y del perdón.

El primer paso que debes dar en este viaje de sanación espiritual que te conducirá a elevar tu espíritu es crear ese contacto con tu propia energía interna. Es decir, empezar a deshacerte de viejas creencias, de ese bagaje de sentimientos negativos que han estancado por tanto tiempo tu propia energía. Luego, comienza a reconocer que es lo que te hace falta para crear esa conexión, que necesitas para reconocer tu propia voz interior.

La fe, entonces es el vehículo que te permitirá a acceder a ese estado de conciencia interior y te permite una comunicación efectiva, por medio de la cual comprenderás no solo como satisfacer tus necesidades, pero como sanar y conseguir emprender un camino de luz. Por ende, la fe es el camino en sí de la búsqueda de nuestra propia sanación.

Recuerda, pues, que tu eres la propia luz de tu camino, por lo cual, no podrás ir a ninguna parte donde tú no quieras, ni estar en ninguna parte donde la Gracia de Dios no pueda protegerte ni bendecirte.